lunes, 3 de octubre de 2016

BANAMEX GUADALAJARA 3, INDEPENDENCIA

En Zacapu, Mich., mi primera gerencia Banamex del 1 de Enero de 1969 a fines de  septiembre de 1970, para entregársela a Adalberto Carvajal Herrera y recibir en mi segundo regreso a Guadalajara la sucursal que menciono en el rubro de manos del Sr. Federico Mendoza García, logré gracias a Dios, sin falsa modestia, una actuación realmente extraordinaria, superando con creces, en tan sólo un año nueve meses, los requerimientos y pronósticos que en la Dirección de Occidente estimaron previamente mis superiores, encabezados por don Adolfo Sánchez Medal y sus subalternos, entre ellos Fernando Garza Lira del área administrativa (ver relatos Banamex Zacapu y Banamex Guadalajara Dos) 
Inicié Zacapu con una penetración bancaria promedio del 72%, que se les  hacía imposible que pudiera mejorar, y la entregué con más del 80%, compitiendo con todos los bancos, privados y oficiales de entonces. Dejé por ejemplo en ceros las carteras vencidas e, inaudito, las castigadas de años anteriores, representando una verdadera hazaña por el lado que se le vea; así mismo logre tener el 100% en Créditos Hipotecarios para Vivienda de Interés Social y de otro tipo; abrí Planes Agrícolas únicos en la banca  privada y oficial para el cultivo del Maíz del Temporal en el altiplano zacapense y para Lenteja en los municipios de Coeneo y Huaniqueo.
A mi sucesor tuve que entregarle mi cargo durante dos meses en vez de uno porque decía no poder con el paquete, mes y medio inicial, irme a recibir Independencia en quince días y volver quince a terminar. Quiero recordar al caso que la prolongada subgerencia previa de Guadalajara la había entregado a dos compañeros en vez de uno, a Enrique Pérez Maestre y José Quiroz Jr. Como pensé que iba a suceder, por la forma en que sabía que Carvajal estaba trabajando, unos meses después me llamó don Adolfo para pedirme que le hiciera el favor de aclararle unas quejas que les estaba presentando.
Al día siguiente, como quedamos, me presenté en la Dirección y después de esperar un buen rato, como por costumbre pasaba con las citas, de lo que bromeaba con la afable secretaria  Srta. María Dolores Pelayo Gutiérrez –“ya viene a perder el tiempo Sr. De la Torre” –“la verdad sí Lolita” Me recibieron después de un buen rato, creo adrede, en la sala de juntas nada más y nada menos que siete funcionarios incluyendo al Sr. Sánchez. Después de  mi expresión “¡ah, con que montoneros!” y la falsa de ellos “para terminar pronto” empezamos a trabajar.
La lista del quejoso era enorme y hasta ridícula, pensé sin manifestarlo que entre él y el funcionario de revisión de crédito presente como fiscal o abogado defensor del banco, con quien había tenido los álgidos enfrentamientos en Zacapu, descritos en el relato homónimo, hubiera una connivencia falaz.
Insistí en que analizáramos caso por caso, lo que nos  llevó varias horas. Salí airoso de todo afortunadamente y de manera contundente ante los argumentos del abogado oficioso del diablo. Don Adolfo con todos los mirones que prácticamente fueron sólo eso, me felicitó y manifestó que no había problema alguno, contestándole que para mí sí lo había y que todo lo que habíamos comentado se lo iba a poner por escrito en el siguiente fin de semana para no distraer mi trabajo normal en la sucursal; lo cual hice puntual y conservo una copia.
La jurisdicción o área de trabajo de Independencia era, y de alguna manera hoy quedan rezagos, la parte brava de Guadalajara. Zona roja o de tolerancia, infinidad de giros negros y seminegros y de otra índole no muy ortodoxa; antigua central camionera, talleres micro, pequeños y medianos y hasta grandes, así como de la misma forma transportistas de carga local y foránea, etc. etc. muchos jóvenes en el personal del banco fáciles de desviarse de las formalidades de la institución, obligaban desde luego a andarse con cuidado.    
Por otra parte, nuestro campo de trabajo contaba con la gran mayoría del ramo de talleres y artesanos individuales de la joyería trascendental e importantísima de Guadalajara y del país, resultando que el abasto obligado de oro laminado por parte del Banco de México, se adquiría en la sucursal de BNM de Aves. Juárez y  Corona; resultando esto incongruente y por otra parte atractivo para las operaciones de mi sucursal. Convine a través del cajero principal de la sucursal Guadalajara Antonio Paz Miranda, mi amigo, mediante el registro de usuarios correspondiente, nos facilitara la distribución del metal.    
Así, se atendieron las necesidades de joyeros prestigiosos como los hermanos Peregrina a quienes conocía desde los años 50´s cuando les vendí las monedas del Sr. Cura José de la Torre Rueda (ver Banamex Atotonilco) Jacinto Vázquez Plascencia, José Luis Pérez Valadez, Rigoberto Vázquez Ruiz, Mario Reyes, Silviano Hernández Gómez, Jesús Figueroa Gómez, Guillermo Morán Rivera, Jesús Figueroa González, José Guadalupe y José González Navarro. Varios familiares de éstos son ahora propietarios o socios de los centros joyeros ubicados en las Plazas Tapatía y Expo Guadalajara.  
Según dije recibí Independencia en la primera quincena de septiembre de 1970. Como lo hice en Zacapu, empecé por revisar la cartera vencida en sus diferentes formas, encontrándome con verdaderas joyitas del mal hacer de mis antecesores; créditos castigados innecesariamente y, de asombro, un enorme fajo de cheques foráneos o de remesas en camino claramente fraudulentos, cuya práctica se había convertido en la sucursal en un deporte muy socorrido. Procedían en su mayoría de chequeras falsas de diferentes bancos principalmente de los estados norteños, comprados en el mercado de abastos que era la  principal fuente proveedora. Expedidos generalmente por cantidades de siete dígitos medios incluyendo centavos, bien formulados, muchos elaborados con la misma máquina de escribir, que ya era el colmo. Jinetear el dinero de un cheque de esos por hasta más de un mes era buen negocio financiero.
De la cartera  vencida morosa castigada, voy a mencionar sólo dos casos.
I.-El de un crédito asegurado  con garantía hipotecaria enviado al hoyo dizque por no poder deslindar el lote de terreno de la Colonia Independencia que el nada recto empresario Antonio Alcaraz Asencio entregó como pago. El abogado externo del banco, conocido de todos nosotros, festivo y dicharachero que manejó el caso por el banco, Aurelio Robles-Castillo Canto, cuyo papá del mismo nombre y profesión fue el autor de la novela y famosa película Ay Jalisco no te Rajes con Jorge Negrete y director de debut y despedida de su continuación El Ametralladora con Pedro Infante, al inquirirle el asunto me contestó, con toda cachaza que el deudor era su compadre y que luego este le vendió el terreno a una de sus hermanas.
El tongo lo comenté de inmediato con el Lic. Gonzalo García Velasco, jefe del Departamento Jurídico de la dirección, con quien me llevaba muy bien, bromeándole que su departamento no servía para nada, como así fue la acción al respecto.
El citado departamento jurídico de la dirección occidente del banco, estaba constituido aparte del jefe García Velasco, según recuerdo, por los abogados Luis Manuel Meján Carrer, Jorge Godínez Orozco (QEPD) muy alegre y popular, José Luis Aguirre Anguiano, Arturo Magaña López, Gilberto Macías Flores y Ernesto Valladares Rojo. Como abogados externos el Lic. Robles-Castillo Canto mencionado antes y Sergio Aguirre Anguiano que al tiempo fue magistrado de la SCJN. Antes de este departamento había sido abogado consultor principal el Lic. Notario Jorge Arauz, con quien traté mucho en mi primera estadía en la sucursal Guadalajara en 1961, en tiempos de don Amador Murguía Blancarte.  
Continúo con el asunto anterior. Había dado orden desde mi llegada que al cierre de labores de cada día me pasaran, básicamente para labores de promoción ante los giradores, los cheques de otros bancos a partir de $5,000.00 (pesos de 1970) que hubieran caído en las cajas, resultando que un día veo un cheque del Banco Abomrad local del Sr. Alcaraz por una importante suma. Me comuniqué de inmediato con Gonzalo espetándole que ahora si su departamento podía servir para algo. Se le embargó la susodicha cuenta cobrándole al moroso hasta la risa incluyendo un préstamo personal.
Por esos días, mi cliente primo, tío y compadre Pedro Galindo de la Torre, me invitó a una fiesta por su cumpleaños en su casa en Av. Ávila Camacho y la ahora Jorge Álvarez del Castillo. Pomposamente me presentó a sus amigos don Jesús Campos y al Sr. Alcaraz. Evidentemente pensé que si el sujeto supiera lo que le había hecho, cuando menos hubiera comentado algo al respecto.
II.-El del crédito de una mueblería que manejaba el junior “todo lo puedo y me vale” en lugar del papá incapacitado, que describo en el relato Un Cliente Moroso y Fanfarrón” de estas vivencias.
En no pocas sucursales de Banamex, y más en los demás bancos de entonces, por costumbre y básicamente por comodidad o flojera, falta de profesionalismo de los gerentes y otros funcionarios bancarios, se otorgaban créditos en Préstamos Directos y descuento de Letras de Cambio fingidas, por manga ancha o fax track como ahora se dice, en vez de ocasionalmente o como facilidades puente, de manera viciada o permanente, en vez de elaborar los estudios pertinentes para atender sus necesidades de financiamiento de acuerdo con el ramo de actividad de cada sujeto de crédito, con Aperturas de Crédito de Habilitación o Avío y Refaccionario, para los productores; Créditos Comerciales nacionales o extranjeros con o sin  documentos de embarque para ventas o compras en el interior o en otros países; Préstamos para Adquisición de Bienes de Consumo Duradero (ABCD) y hasta Préstamos Personales a un año en pagos mensuales para cualquier actividad, en especial para micro o noveles empresarios (ver al caso el relato Martha y también Banamex Zacapu)   
El funcionamiento de la banca actual, en manos extranjeras de ávida vocación usurera, está precisamente sustentado en el cobro de tarifas de servicios por todo, que antes no se cobraban, y son plenamente leoninas y muchas veces falaces: caso nada raro, te envían una tarjeta de crédito no pedida que rechazas y ni siquiera recibes; al tiempo (hasta años) te presentan una cuenta por varios miles de pesos iniciada por las cuotas anuales de renovación más intereses sobre intereses que te puede provocar hasta un infarto.
En vez de una atención personalizada, amigable y de tono  humano, se manejan por lo que los sistemas electrónicos, muchas veces estúpidos y carentes obviamente de criterio, les indican. Les faltan los roles de antaño in situ de prospectación y promoción como vocación bancaria profesional para cada cliente o prospecto.
¿A qué cliente tarjetahabiente no le llegan continuas ofertas de préstamos pre autorizados por sumas importantes sin que medie absolutamente ninguna propuesta ni identificación previa? Por un pago mensual fijo a múltiplos de 12 (1, 2, 3 y hasta 5 años) en que te ofrecen un cobro fijo por cada $1,000.00 que pidas, presumiéndote un 12% de interés anual sin mencionarte jamás el IVA respectivo y otros factores ocultos. Después de que calculas al respecto caes en cuenta que el costo es altísimo y un engaño, y si en mala hora lo aceptaste, para pagarlo anticipadamente y cancelarlo debes dar mil vueltas y pagar en el ínter varios mensualidades para que te lo quiten.          
Vamos a mencionar algunos otros clientes, perdonándome muchos que se me olviden, de mi clientela normal de Independencia.  
Don Jaime Piza Zavalveytia del ramo industrial y del transporte pesado de carga e inversionista.  Conocí su fábrica y talleres de sus trailers, sus oficinas e incluso su casa habitación, una mansión en Aves. Américas y la ahora Jorge Álvarez del Castillo zona de la glorieta Colón. Don Jaime mantenía en el banco unas inversiones millonarias a 10 años que en justicia deberían tener ya un mejor tratamiento; a mi consejo obtuvo de la dirección un ajuste financiero considerable.     
Posteriormente a mi salida del banco tuve oportunidad de compartir con alguno de sus hijos, creo que con Pedro, en algún evento de negocios cuando yo era consejero en la Cámara de Comercio de Guadalajara. Varios de sus hermanos son empresarios ahora en diferentes empresas como Rancho Santa Teresa, TeAgave, etc.
Los dos hermanos propietarios de Cía. Textil Alma, dueña entre otras marcas de los brasieres Lulyis Brass. El primero, creo que don Heliodoro, muy propio, manejaba las tareas administrativas y el segundo muy festivo y dicharachero las ventas y relaciones públicas, quien solía nombrarme el tigre de la calzada. Llegué con mi esposa a asistir a eventos en la enorme casa de don Heliodoro en Lomas del Valle.   
Dos hermanos argentinos de origen alemán dueños de la empresa de aceros finos Casa Sommer, actualmente ramificada en gran parte del país, con quienes disfrutamos en su casa más de una vez la cocina alemana, en especial sus incomparables salchichas teutonas.
Acero Sueco Palme, del mismo giro de la anterior, también extendida a varios estados de nuestro país, de cuyos funcionarios desafortunadamente no me acuerdo.  
Tequila Orendain manejada por don Jaime Orendain y sus hermanos, sucediendo a su papá el fundador de la empresa en 1926 Sr. Eduardo Orendain González, a quien también traté  en Tequila, Jal.  
Autopartes Legítimas de don Ignacio Jiménez Navarro en sociedad con don Salvador Pérez de León Figueroa (QEPD) Don Nacho (QEPD) fue propietario también de la Gasolinería en Álvaro Obregón y Churubusco, contra esquina de la parroquia de la Purísima Concepción (La Concha) De familia alteña jalisciense, fue muy afín a la familia Banamex, en particular conmigo, acompañándonos por muchos años a las reuniones mensuales del Grupo Amigos Banamex Guadalajara que organicé y manejo desde enero de 1996. 
Los señores José Luis y Afif Kabande de la industria zapatera ubicados en Xicotencátl a unos pasos de Gómez Farías, muy cerca del Cuartel Colorado. 
Las sucursales nacionales de Cía. Fundidora y de Fierro y Acero de Monterrey e Industrias Químicas de México, cuyas direcciones no recuerdo,  lo mismo que de Perfiles Guadalajara.
Don Salvador Ruvalcaba Ruvalcaba era el dueño entonces del centro nocturno El Zombi (ahora Lipstick) mencionado antes y de varios moteles de paso. Llagaba todos los días temprano al banco acompañado de un compadre y ayudante administrativo, con bolsas de dinero en efectivo a granel en papel de estraza. En caja se le contaba para acreditar a su cuenta corriente de cheques. En una ocasión surgió un faltante de $10,000.00 (como el que en seguida también describo) un dineral en aquellos tiempos. Al confirmar que se le habían abonado de más (inserto un 1 antes de la cifra de miles) y a su respuesta que si algún día hubiera habido sobrante, nunca le habíamos dicho; como al fin a Pedro Angulo, cajero principal, le tenía mucha confianza, después de contestarle que la cajera iba a pagar y responder en broma “que se joda por pendeja” y luego “no hay problema, mañana que me los descuente” se solucionó el problema.
Igual, otro día como a las 4 de la tarde, tres horas después del cierre, Pedro Angulo no encontraba otra “pata” por la misma suma. Al estar revisando las posibilidades de encontrarla, al fin le pedí la bolsa de lona donde el Servicio Panamericano de Protección había entregado una dotación en billetes de la misma suma, encontramos que tenía una ranura en la parte inferior. Llevamos al día siguiente el cuerpo del delito a la sucursal Guadalajara, resultando que el hábil chofer reconoció la extracción del billete usando un simple pasador para cabello femenino.       
Un  viernes en la mañana como a las 11 o 12, un viejito cuentahabiente de ahorros, pidió hablar conmigo (atendía en  mi escritorio a todo mundo y hasta varios al mismo tiempo)
-Discúlpeme Sr. gerente. Fíjese que vine a cobrar mis intereses (semestrales) y el cajero me hizo firmar dos recibos -Permítame su libreta, venga por favor mañana como ahora y le tengo resuelto su asunto. Llamé de inmediato al Contralor.
-José Luis, de los comprobantes de operaciones diarias, dóblame las fichas de retiros de ahorros de los últimos tres meses, es urgente, que te ayude tu secretaria -¿Para que los quieres -Tu concrétate a traerlos.
Al rato
-Relacióname los recibos duplicados y por quienes fueron autorizados cada uno. ¿No caes ahora en cuenta de lo que pasa?  -Pues no -¡Ah! Pues se trata de fraude.
Por teléfono con Gonzalo García Velasco del Departamento Jurídico
-Tengo involucrados en un desfalco con intereses de cuentas de ahorro a cinco empleados
-No podemos dejarlo para otro día –No Gonzalo, es viernes -Voy a mandar al Lic. Meján -De acuerdo.
Así, con la intervención del abogado Meján, mediante su renuncia y sin proceso penal alguno, se fueron a su casa cinco promisorios jóvenes empleados, entre los que se encontraba uno recién ingresado y otro que al tiempo fue funcionario nacional importante de una empresa transnacional europea.
El Lic. Gonzalo García Velasco, según datos que encontré en internet, duró 35 años en BNM, los últimos como Director General Jurídico y Secretario del Consejo de Administración;  Consejero Propietario Independiente de American Express Bank México; socio fundador de García Velasco, Martínez de Velasco y De Luca, S.C. y Doctor en Derecho de la Universidad Panamericana. 
El Lic. Luis Meján Carrer fue luego en México importante miembro de abogados de BNM en la Dirección General, luego director del Instituto Federal de Concursos Mercantiles, (par  con la Ley de Quiebras y Suspensión de Pagos) organismo auxiliar del Consejo de la Judicatura Federal; ahora catedrático del ITAM y miembro de la Barra Mexicana de Abogados, A. C.
A unos meses en Independencia me llegó don Urbano Díaz Aguirre, quien me ingresó al banco de una manera muy especial en junio de 1954 (ver relato Banamex Atotonilco) a pasarme visita de crédito de la dirección general del banco. Nos dio mucho gusto reencontrarnos. Antes de empezar su cometido me informó que se seguía a otra sucursal porque conmigo no tenía mayor cosa que hacer. 
Por contra, el rol de visitas similares pero de la dirección occidente a cargo del Sr. Joaquín Ruiz Fernández, con quien tuve situaciones de trabajo muy álgidas y tensas (al caso, relato Banamex Guadalajara 1) lo inició conmigo, sirviendo de un acercamiento y limación de asperezas formidable y afortunado y de amistad hasta su fallecimiento.
Menciono finalmente; una organización filantrópica europea, creo suiza o alemana, en virtud del programa exitoso de financiamiento al cultivo de la fresa en Zamora a pequeños productores ejidatarios con la Cía. Heinz Alimentos (ver relato Banamex Zamora) implantó un programa social de ayuda en la población de Zapotitán de Hidalgo, Mpio., de Jocotepec. El Sr. Ruiz Fernández con información de lo de Zamora, asignó a Independencia el asunto, que en realidad no tenía mayor participación adicional, pues ellos traían todo elaborado y sólo querían cobijarse de alguna manera con la imagen del banco.
Por otra parte, ya había decidido dejar a BNM para dedicarme a negocios y actividades propias que en correspondientes relatos detallo.