Un día en la mañana en plena actividad al público entró una llamada del gerente de la sucursal Acapulco.
-Aquí tengo a un cliente tuyo medio loco que quiere que le entregue $60,000.00 para comprar un Mustang
-¿Quién es? --Emilio Sahín -¿De unos 45 años, fornido, moreno de bigote amplio? –Sí
-Es un poco especial, después de que me lo pases, seguramente te voy a enviar una orden de pago, desde luego cifrada con el libro de firmas y contraseñas; mi firma es la siguiente y dame la tuya; que don Emilio se identifique, firme un pagaré, entregue factura de la agencia vendedora y ésta le dé un permiso especial para circular a Guadalajara y me cargas por transitoria 1503-B el importe.
-Pero eso no se puede -¿Porqué, no está fuera de regla; sólo un poco diferente; tengo amplias facultades en la línea de créditos y el cliente fondos de sobra; lo único que podría suceder, acaso, que la paquetería de Servicio Panamericano se esfumara.
A principios de la semana siguiente el Sr. Shain fue a presumirme su flamante auto del año, color verde olivo, reconociéndome el servicio que en algún momento dudó que le prestara, ante lo cuadrado que normalmente eran mis colegas Banamex.
Respecto a las maquinitas tragamonedas, venidas a menos por novedades electrónicas del momento, otro productor y operador en Guadalajara era el Sr. Benito Fong Gómez, de origen chino y además propietario de varios hoteles, también cliente y amigo personal que atendía en la sucursal mencionada. Su hijo Benito Fong González, fue igualmente mi amigo y compañero en el consejo de la Cámara Nacional de Comercio de Guadalajara.
Por lo que ve a Servicio Panamericano de Protección, pionera en el servicio de recolección y entrega de fondos en el país, fue una institución del grupo Banamex, fundada y manejada por don Ladislao López Negrete, miembro sobresaliente de la Dirección General del banco.