jueves, 14 de septiembre de 2017

CLIENTE COMPRA UN MUSTANG EN ACAPULCO

Emilio J. Shain Massó, cliente de 45, 50 años, de cierta importancia en Banamex Independencia Guadalajara, de la que era gerente a principios de los 1970´s. De ascendencia libanesa, sirio libanesa o bien judía, los parecidos físicos son difíciles de distinguir sin indagarlo. Era uno de los principales propietarios fabricantes y distribuidores colocadores de máquinas tragamonedas en el área metropolitana de Guadalajara (caballitos reparadores, coches y otras figuras en movimiento, etc. metálicas y otros materiales con la marca de su primer apellido) que por ahí en alguna tienda de barrio o bazar todavía ahora podrían identificarse. En la atención personal que prestaba a la clientela en el escritorio, siempre a varios clientes a la vez, si las circunstancias de privacidad lo permitían, se admiraba, como otros clientes, de cómo podía hacerlo.    
Un día en la mañana en plena actividad al público entró una llamada del gerente de la sucursal Acapulco.
-Aquí tengo a un cliente tuyo medio loco que quiere que le entregue $60,000.00 para comprar un Mustang
-¿Quién es?   --Emilio Sahín -¿De unos 45 años, fornido, moreno de bigote amplio? –Sí
-Es un poco especial, después de que me lo pases, seguramente te voy a enviar una orden de pago, desde luego cifrada con el libro de firmas y contraseñas; mi firma es la siguiente y dame la tuya; que don Emilio se identifique, firme un pagaré, entregue factura de la agencia vendedora y ésta le dé un permiso especial para circular a Guadalajara y me cargas por transitoria 1503-B el importe.
-Pero eso no se puede -¿Porqué, no está fuera de regla; sólo un poco diferente; tengo amplias facultades en la línea de créditos y el cliente fondos de sobra; lo único que podría suceder, acaso, que la paquetería de Servicio Panamericano se esfumara.    
A principios de la semana siguiente el Sr. Shain fue a presumirme su flamante auto del año, color verde olivo, reconociéndome el servicio que en algún momento dudó que le prestara, ante lo cuadrado que normalmente eran mis colegas Banamex.
Respecto a las maquinitas tragamonedas, venidas a menos por novedades electrónicas del momento, otro productor y operador en Guadalajara era el Sr. Benito Fong Gómez, de origen chino y además propietario de varios hoteles, también cliente y amigo personal que atendía en la sucursal mencionada. Su hijo Benito Fong González, fue igualmente mi amigo y compañero en el consejo de la Cámara Nacional de Comercio de Guadalajara. 
Por lo que ve a Servicio Panamericano de Protección, pionera en el servicio de recolección y entrega de fondos en el país, fue una institución del grupo Banamex, fundada y manejada por don Ladislao López Negrete, miembro sobresaliente de la Dirección General del banco.