viernes, 20 de enero de 2017

ANA MARÍA GALINDO GONZÁLEZ (CIEN AÑOS) Y SU FAMILIA

Estaban esa tarde de por ahí de 1944 o 1945 todas las tías Galindo González, aún solteras, en la cocina de la casa paterna a cargo de mi abuela Emilia González Franco ya viuda y de su hijo el tío Gabriel, cuando la tía Herlinda, que como de costumbre andaba en sus trece, por una alegata sin mayor importancia le propinó una moquetiza a su hermana Ana María, quien sin defenderse se puso a llorar en un rincón. Su hermana Consuelo que nunca fue dejada, agarró de frente por la cintura a la malora reculándola hasta sentarla en la olla del nixtamal que se estaba preparando para las tortillas del día siguiente. A la escandalera y quejadumbre que armó la maltrecha ennejayotada, la hermana ofendida se concretó a confortarla.
Por los mismos años citados pasaba, a  mis siete u ocho años,  la mayor parte de tiempo que podía en la casa de la abuela Emilia. Entre las tareas que me tocaban, una era servirle de apialador a Tacho Sánchez, uno de los empleados y medieros de confíanza de la casa. Le tocaba ordeñar al mayor número de vacas, entre ellas La Lucidora, como casi todas en la región pinta de negro con cruza de holandés, que había sido una de las que mi papá le vendió al tío Rafael y la que daba más leche, así como una grandota café con cruce mayor de cebú, que siempre fue de poca leche y más ya a punto de destetarse, que había que corretearla al alejarse bastante de las demás. Tacho la dejaba al último y casi siempre me alcanzaba donde se emperraba en alejarse y en un baldecito, creo del Núm. 5, cabía de sobra la parca, pero muy buena producción que, como ya era tarde me iba tomando hasta que con prácticamente nada llegaba a entregarle a la tía Ana María, encargada de separar la del gasto y cuajar la destinada al rico queso de adobera que a diario se hacía. Ella muy complaciente, en lugar de regañarme, me festejaba el atracón que me daba con tan cremosa leche.       
Podría seguir mencionando otras anécdotas del modo noble y pacífico en el comportamiento de esta adorable tía que Dios ha premiado con una larga y ejemplar vida, para dar paso a detallar la familia que ha formado.
La tía Ana María, única hermana viva de mi madre, acaba de cumplir 100 años este 10 de enero de 2017 (*10/1/1917) Fue el sexto miembro, de once, de la familia Galindo González de mis abuelos maternos Manuel Galindo González y Emilia González Franco. Nació en el rancho Ojo de Agua de Latillas (Tepatitlán) después de tres hermanas y dos hermanos, precediendo a cinco hermanas más. (Ver el relato Ma. Dolores Galindo González)
Contrajo matrimonio con Adalberto de la Torre Hernández (+8/7/1994) hermano menor de mi padre. Sus hijos por lo tanto son primos hermanos dobles.
Más que sus hermanas, ha sido toda su vida muy tranquila y noble, sufrida y tolerante esposa ante la genética testosteronil de su cónyuge.  
Su familia, de la Torre Galindo, como la nuestra, es a la fecha de 7 hijos, 31 nietos y 65 bisnietos, como sigue.
*Rebeca con Roberto de la Torre, 3 hijos Ana Lourdes con Héctor García y 7 bisnietos Ana Goreti (con Isaías Granados) Joel, Miriam, Mónica, Javier, Joaquín y Miguel; Jorge con María de Jesús Pérez y 2b. Román y Santiago; y Rosa Isela con Ricardo Íñiguez y 2b. Ricardo y Acxel.
*Rafael, esposa Teresa Muñoz. 9 hijos 1.-Luis Guillermo con Lourdes Macías y 5b Luis Guillermo, Sara L. Alejandra Guadalupe, María Fernanda y Gustavo; 2.-Jorge Alberto con Rosa María Jiménez y 4 bisnietos Jorge A, Andrea J. Sebastián T. y Santiago; 3.-Martha Olivia con Marco Dionisio Barba y 4b Diana P. Martha L. Marco D. y Perla; 4.-Alejandro Horacio 1b.  Alejandro;  5.-Ana Lilia con Heriberto Camarena y 2b Valeria y Emiliano; 6.-Víctor Manuel con Mayra A. Cortez y 3b Víctor M., Diego y Angélica M.; 7.-Rafael con Mónica Ruiz y 3b Rafael, Karen y Xamara; 8.-Rebeca con Gustavo Aceves y 2b Gustavo y Ángela M.; y 9.-María Elvia.    
*María Trinidad (QEPD) con Enrique Franco Galindo, 5 hijos 1.-Héctor Eduardo con Ma. Carmen Vázquez, 3b Héctor, Lorena y Jesús; 2.-Juan Carlos con Ma. Isabel Arias y 3b José Luis, Mariana y Daniela; 3.-Angélica con César Soto y 2b Fernando y Alexia; 4.-Luis Fernando con Jared Orozco y 3b Alejandro, Angélica y Ma. Fernanda, y 5.-Gloria con Alfredo Aguirre y 3b Ximena, Emiliano y Ana Isabel.
*Celia con Salvador Barba. 4 hijos María del Carmen; Genoveva con Fernando Loza y 3b Paulina, Julyana y David; Alejandro con Rosa Contreras y 1b Andrea; y Salvador.
*María Carmen con Ramón González 3 hijos Carmen con Mario Jiménez y 1b Mario Iván; Ana Rosa con Rodrigo Castro y 2b Diego y Paola Sofía; y Blanca Rebeca con Israel Rodríguez.
*Luz María con José Gutiérrez Galindo. 3 hijos Édgar con Lourdes G. López y 2b Adán y Julieth; Araceli con Rodrigo Jiménez y 3b Rodrigo E. Jazmín y Cris Antony; y Salvador con Lizeth García y 1b Ián.  
*María del Refugio con Juan Manuel Barba. 4 hijos 1.-Oscar con Tania Loza y 2b Alan y Julián; 2.-Alondra Livier con Arturo Carmona y 1b Aranza; 3.-Emmanuel con Edith Barba; y 4.-Hugo Alberto.

martes, 10 de enero de 2017

MA. DOLORES GALINDO GONZÁLEZ (21/5/1909-19/6/2005 Y SU FAMILIA


Al pergamino que con motivo del festejo por sus 90 años le ofrecimos a mi mamá el sábado 17 de julio de 1999 en el Club de Leones de Atotonilco, agrego los siguientes datos con motivo ahora de su 91º aniversario.
María Dolores Galindo González y de su esposo, mi padre,  Francisco de la Torre Hernández (*30/6/1909-+24/11/1994)
Nació la señora Dolores, segunda de once: nueve hermanas y dos hermanos, el 21 de mayo de 1909, en e1 rancho El Capulín, municipio de Tepatitlán, contiguo a La Esperanza y La Hiedra, lugar en el que se habían radicado sus padres al casarse. Éstos eran Manuel Galindo González, de La Esperanza, y Emilia González Franco, de El Espino, ambos del citado Mpio. Ahí nació también, 7/1/1907 Julia su hermana mayor, que faltó el  25/8/1998. Sus abuelos paternos fueron Justo Galindo Franco, originario del rancho San Antonio, cerca de Capilla de Guadalupe, quien ocupó muchos años el cargo de Jefe de la Acordada y Juez de Paz de la región de Tepatitlán, y doña Francisca González, de la citada Capilla de Guadalupe, misma de donde eran los abuelos maternos don Feliciano González Jiménez y doña Encarnación Franco. Su papá don Manuel murió un sábado de abril de 1939 y doña Emilia el 19/8/1962.        
Se trasladaron luego al rancho Ojo de Agua de Latillas, del mismo municipio y rumbo, naciendo  ahí su hermana Francisca, el 11/4/1911, que murió en 5/7/1994, sus únicos dos hermanos, Rafael el (*¿?5/1913-+20/11/1943 y Gabriel (*12/2/1915 y Ana María, el 10/1/1917. 
La familia Galindo González llegó a Garabatos, ya en el municipio de Tototlán, lugar que fue su residencia definitiva, contiguo a San Ramón y Ciénega al norte y éstos a Ojo de Agua de Latillas; al oriente El Ranchito y La Tepamera (Tototlán); al poniente San Agustín, antes Chapulines y Los Algodones (Tototlán) y al sur, ya en el municipio de Atotonilco el Alto, El Salvador, antiguo Zapateros y La Peñuela. En este lugar mi abuelo Manuel a la compra inicial fue agregando otras de tierras de temporal y de riego.
Aquí vinieron al mundo el resto de sus hijos, hijas solamente: Carmen en 1919 que murió de sólo ocho meses; Amelia el 22/4/1922, quien faltó el 12/9/1949; Herlinda el 30/3/1924, fallecida el 17/6/1999; Consuelo el 1/7/1926, fallecida en Atotonilco el 24 de febrero de 2006, e Irene, accidentalmente nacida en San Pedro Tlaquepaque con motivo de la concentración civil por la Revolución Cristera, el 20 de octubre de 1928, muerta en los E.U.A., traída a Guadalajara, donde residía, el 6 de octubre de 2009. 
Los matrimonios de sus hermanas y hermano fueron así: Julia con Alberto Navarro Navarro, originario de Las Hormigas (Tepatitlán) fallecido el 27/4/1967;  Francisca con Refugio Gutiérrez Hernández de El Salto (Tepatitlán) quien falleció a principios de 1932, uno meses antes de nacer su único hijo Manuel con quien conviví mucho; Gabriel, con María de la Luz Muñoz Hernández, de El Saucillo (Atotonilco)  Ana María con Adalberto de la Torre Hernández, de Garabatos, fallecido en 8/7/1994, hermano menor de nuestro padre; Amelia, con Manuel Muñoz Hernández (El Saucillo) hermano de la esposa del tío Gabriel, muerto en julio de 1997; Herlinda, con Jesús Franco González, su primo hermano, vecino de El Carmen, antes parte de Garabatos, que faltó el 11/5/1988; Consuelo, con Jesús Galindo Franco, su primo hermano y sobrino segundo, de La Esperanza, fallecido el 28/3/1992 e Irene, con Roberto González Rodríguez, originario del rancho Calderón, perteneciente a Zapotlanejo, fallecido en Guadalajara el 16/12/2005.    
Su hermano Rafael falleció soltero de manera violenta, cerca de la casa familiar en Garabatos, en la tarde del 20 de noviembre de 1943. En la mañana había ido a El Salvador, donde visitó a su hermana, mi madre, que ahora festejamos, pues ahí vivíamos. El que esto escribe, mayor de la familia de la Torre Galindo, estaba de visita en Garabatos, fue el último familiar que al salir de la casa materna lo vio vivo al entregarle, ya montado en su famoso caballo "El Aguilillo"  unos atados con botellas de vidrio forradas en yute para su protección (ni remotamente se usaban de plástico) para surtir el alcohol, que se utilizaba  para friccionar o demoler los equinos.
Esa  tarde apartando los becerros en el Potrero del Ganado con Manuelillo mi primo de la tía Pachita, oímos los tres disparos que lo asesinaron por el rumbo de la casa del tío abuelo Pedro Galindo Franco. El ruido sordo característico de los balazos que impactan en un blanco, nunca pensamos que habían terminado con el tío Rafael, sino hasta más tarde cuando llegaron cargando el cuerpo personas conocidas de la casa.  El deceso fue muy sentido por familiares, gente que dependía del rancho y vecinos de muchos lugares. Resulta interesante mencionar el comportamiento del caballo, que alejado de la querencia, con el tío Jesús Franco González, anduvo por mucho tiempo en un desasosiego total que a tantos años de distancia, todavía estupefacta a los enterados que lo cuentan. 
Otros acontecimientos lamentables en la larga vida de mi mamá que le ha querido conceder Dios, aparte de los fallecimientos de sus demás familiares de la casa Galindo, son, por ejemplo,  cuando su esposo, nuestro padre, tuvo dificultades muy graves con el líder de los agraristas de Garabatos, Alfonso Aranda, decidiéndose a vender pertenencias y el ganado que ya tenía, a su cuñado Rafael, a quien dicho sujeto vino matando después. Otro, cuando por lo anterior nos fuimos a San José de Gracia y mi papá no pudo seguir con una fabriquita manual de refrescos, por la competencia de las marcas conocidas.  
También cuando por las circunstancias económicas se estuvo yendo varios años como bracero a los Estados Unidos y en una ocasión, afortunadamente falsa, nos dijeron que había muerto con otros trabajadores en un accidente. O cuando, este sí accidente de verdad, acabó en San Luis Potosí con un carro de  sitio y nos tuvimos que regresar por unos meses a Garabatos. También cuando tres de sus hijos nos enfermamos temporalmente por anemia y otro de mis hermanos duró varios meses entre la vida y la muerte.
A cambio, ha tenido muchas satisfacciones. La primera y más valiosa, su extensa vida por gracia del que todo lo ordena, sin padecer ninguna enfermedad mayor y su carácter y conformidad con la misma, a pesar de las vicisitudes que ha tenido que afrontar. El haber formado bien una familia numerosa en tiempos difíciles, más en las circunstancias en que ella y su esposo tuvieron que desenvolverse saliendo del entorno tradicional familiar de generaciones anteriores, para no mencionar más, es otro de sus grandes logros. 
Les agradecemos su presencia, en primer lugar a los hermanos de la festejada, nuestros tíos carnales: Gabriel y su esposa, Ana María, Consuelo e Irene y su esposo,  junto con sus hijos y los de los tíos fallecidos y también a los cónyuges de éstos, nuestros tíos y primos todos, incluyendo por supuesto en la misma forma a la gran rama familiar de la Torre de nuestro progenitor y a todos los demás parientes  y amigos que nos hacen favor de acompañarnos.
Atotonilco el Alto, Jal., Quinta David, sábado 5 de agosto del año 2000.