sábado, 16 de mayo de 2020

INCULPABILIDAD


El reclamo del cliente a mi jefe el gerente don Claudio Pita Hurtado, aquella mañana de  mediados de los 1960’s, que desde mi escritorio observé, el Sr. Pita se esperó ya cerca del cierre de la sucursal, una de la tarde, para comunicármelo. 
-Felipe hay un retiro importante de su cuenta de ahorros que el cliente no reconoce
-¡$25,000.00, no puede ser, permítame revisarlo! 
Cuando recibí la subgerencia de la sucursal Zamora de Banamex, mayo o junio de 1964, después de mi desempeño afortunado nominalmente como contador en Tepic (ver relato Banamex Tepic) el Sr. Pita me confió, obvio bajo su responsabilidad, el manejo de la sucursal, sabida la experiencia y capacidad de trabajo que tenía (ver relato Banamex Zamora) 
Repito mi decisión entonces de tomar medidas de protección personal ante el cúmulo desusado de labores vitales del banco que me tocaba autorizar, circunstancia que no me era ajena por mis desempeños anteriores, pero en Zamora se iba a incrementar. 
Pedí obviamente ante el suceso, el paquete de comprobantes del día del retiro. Mi autorización autógrafa estaba correcta. ¿Qué había pasado? Lo medité unos minutos y ¡zas! que me cae el veinte.   
Con el jefe del Departamento de Ahorros:
-Falsificaste mi autorización
-No, para nada, usted mi firmó el retiro
-Mira, no voy a discutirlo más contigo, reconoces tu culpa o nos vamos con las autoridades; todas mis autorizaciones y firmas van con mi tinta exclusiva sepia y no azul como está en la ficha que te estoy mostrando, aceptas tu acción a don Claudio, quien no dudo que ante tu reconocimiento vea la forma de ayudarte de alguna manera por la vía amistosa.
-Pues sí, se me hizo fácil, es que tengo muchos problemas económicos
-Ese es tu problema, a lo mejor tu familia entra al quite. 
No recuerdo realmente cómo se solucionó el desfalco, que gracias a Dios me dejó ileso de culpa alguna y acrecentada mi probidad característica.