El reclamo del
cliente a mi jefe el gerente don Claudio Pita Hurtado, aquella mañana de mediados de los 1960’s, que desde mi
escritorio observé, el Sr. Pita se esperó ya cerca del cierre de la sucursal,
una de la tarde, para comunicármelo.
-Felipe hay un
retiro importante de su cuenta de ahorros que el cliente no reconoce
-¡$25,000.00, no
puede ser, permítame revisarlo!
Cuando recibí la
subgerencia de la sucursal Zamora de Banamex, mayo o junio de 1964, después de
mi desempeño afortunado nominalmente como contador en Tepic (ver relato Banamex
Tepic) el Sr. Pita me confió, obvio bajo su responsabilidad, el manejo de la
sucursal, sabida la experiencia y capacidad de trabajo que tenía (ver relato
Banamex Zamora)
Repito mi
decisión entonces de tomar medidas de protección personal ante el cúmulo desusado
de labores vitales del banco que me tocaba autorizar, circunstancia que no me
era ajena por mis desempeños anteriores, pero en Zamora se iba a incrementar.
Pedí obviamente
ante el suceso, el paquete de comprobantes del día del retiro. Mi autorización
autógrafa estaba correcta. ¿Qué había pasado? Lo medité unos minutos y ¡zas! que
me cae el veinte.
Con el jefe del
Departamento de Ahorros:
-Falsificaste mi
autorización
-No, para nada,
usted mi firmó el retiro
-Mira, no voy a
discutirlo más contigo, reconoces tu culpa o nos vamos con las autoridades;
todas mis autorizaciones y firmas van con mi tinta exclusiva sepia y no azul
como está en la ficha que te estoy mostrando, aceptas tu acción a don
Claudio, quien no dudo que ante tu reconocimiento vea la forma de ayudarte de
alguna manera por la vía amistosa.
-Pues sí, se me
hizo fácil, es que tengo muchos problemas económicos
-Ese es tu
problema, a lo mejor tu familia entra al quite.
No recuerdo
realmente cómo se solucionó el desfalco, que gracias a Dios me dejó ileso de culpa
alguna y acrecentada mi probidad característica.