Como
era mi intención inicial, insistí en que se ampliara la invitación a todos los excompañeros o aún compañeros BNM; por lo que y por algún otro motivo, dos o tres de los
fundadores dejaron de asistir al proletarizarse y enriquecerse el grupo que
actualmente registra más de 200 nombres.
Nos
hemos reunido en varios lugares o restaurantes a lo largo de estos veinte años.
Iniciamos en la Alianza Francesa por López Cotilla; luego a sugerencia del Sr.
Belmán, unos meses en La Copa de Leche que se había cambiado del centro
histórico a Francisco J. Gamboa o Tepic en Ladrón de Guevara, de ahí como un
año a Hacienda Navarro de Av. Arcos; luego por varios años la Legión Americana
en Las Fuentes, como dos años a Hacienda Navarro de Calz. Lázaro Cárdenas,
varias veces en la casa familiar de Roberto Rojas Flores en calle Camarena en
Tlaquepaque, así como en el restaurante de mariscos que tenían los hermanos
Vírgen en la zona industrial, y también el del mismo giro a cargo de José Luis
López por Avs. Washington y 8 de Julio, de debut y despedida por pésimo
servicio en el Tizoc de Av. Ávila Camacho. Los últimos cuatro o cinco años y
hasta hoy en Club Atlas Chapalita, al amparo de la membresía de nuestro
compañero Alfonso Sandoval Bellido. También nos hemos reunido varios diciembres
y en otras ocasiones en la casa de nuestro estimado amigo Álvaro Hernández
Celaya de Valle Real y en su granja rumbo a Chapala; en la casa de campo en
Atequiza del Lic. Gilberto Macías Flores, así como ahí y en Mezcala, de Reyes
Venegas Aguilar, y una vez en la casa de Poncho Sandoval.
Para
lograr una concurrencia más o menos cuantiosa, enviamos una semana antes a los
que tienen email, la convocatoria correspondiente para el primer martes de mes,
recordándoles a todos, excepto a alguna que otra rara avis escéptica declarada a
la convivencia. A quienes no tienen correo electrónico se les habla de inmediato
por teléfono, confirmándoles a éstos y a los
demás por este conducto el fin de semana previo a la reunión.
Acontecimientos
especiales como hospitalizaciones, enfermedades y fallecimientos se les entera
de manera similar. Con la presencia de algunos nubarroncillos en la atmósfera y devenir del grupo, cosa explicable por lo numeroso, se ha logrado un lazo espontáneo y sin compromiso y costo alguno, excepto, claro, su cuenta de restaurante, de unión y camaradería formidables, de lo que estamos sumamente satisfechos.