sábado, 7 de marzo de 2015

BANAMEX TEPIC

Después de cubrir dos meses una sub contaduría en la sucursal Guadalajara, pasé a mediados de 1963 como contador a Tepic, Nayarit, satisfaciendo innecesariamente el sistema de escalafón del banco. Durante siete años en Atotonilco había ocupado todos los departamentos operativos pero varios sin  nombramientos formales, incluyendo vacaciones al contador, así como auxiliar en algunos aspectos funciones de la gerencia. 
En ese lapso no pude ni ocupar el puesto de volante, antesala de funcionario, porque desde mi ingreso en junio de 1954, estaba ocupado por José Silva Carranza, y el de cajero principal por José Guadalupe Pérez Serrano. Jesús Solís Cervantes, a quien había suplido en vacaciones, era el sucesor de Enrique Moncada Hernández como contador. Al fin en mayo de 1961 vino el cambio a la sucursal Guadalajara como titular del Departamento de Análisis de Crédito en vez de investigador de campo al que iba destinado, pasando de ahí en vez de a la subgerencia que esperaba, nuevamente a la línea administrativa de contaduría. 
En Tepic se había nombrado subgerente al contador Sr. Francisco Loera Carrillo que carecía de experiencia suficiente en la línea de negocios. El gerente Sr. Gilberto Sarmiento Maldonado estaba informado de mi trayectoria y me pidió que, sin descuidar las funciones de contaduría, le ayudara cuanto pudiera en la rama gerencial, en especial en los estudios de crédito. El nuevo subgerente con más antigüedad y edad también sabía mi trayectoria, motivándole un celo profesional hasta cierto punto lógico, que tuvo sus bemoles al principio.        
Para empezar, el primer día real de trabajo porque al llegar el anterior después del viaje en autobús e instalarme en el hotel Colonial, no encontré en la tarde en la gerencia más que a la secretaria Srta. Alicia Lara Maldonado para presentarme, me invitó Francisco a mediodía al bar del hotel Sierra de Álica por la Av. México en el centro de la ciudad. Desde al llegar sospeché que la cosa iba para largo. En la cantina me presentó varios clientes de los que algunos ya sabían de mi llegada, enterándome en la prolongada velada de asuntos diversos importantes para mi futuro trabajo. No nos presentamos a trabajar en la tarde y ya noche tuve que llevar a mi compañero a su casa. En la mañana del día siguiente llegué con mayor anticipación de la que acostumbraba. Arreglé algunos pendientes y en cuanto llegó el Sr. Sarmiento le ofrecí disculpas por lo de la víspera sin mencionarle la compañía. 
Los diez meses que estuve en el cargo fue de trabajo muy intenso y satisfactorio, la interacción con don Gilberto y con el Sr. Loera fueron muy profesionales y de estrecha cooperación. Algunas dispersiones relevantes de trabajo arrastradas de administraciones anteriores y que desde la llegada del Sr. Sarmiento se habían ido corrigiendo, el cambio las agilizó favorablemente y el traslado de la sucursal a su magnífico edificio propio en la avenida México, en lugar del ya inadecuado que ocupaba en la calle Veracruz 185 Nte., tomó gran relevancia. Mi secretaria la Srta. María de Jesús Ortega Aguirre con toda diligencia afrontó el aumento de trabajo reflejo de las mías a su vez. Se promovió en ascenso a otras plazas a compañeros como Oscar Castañeda Martínez (QEPD), que en la sucursal  Guadalajara contrajo matrimonio con Gloria Sagástegui y divorciado y separado del banco después, lo jaló a un banco oficial un padrino político a Toluca; Flavio Peña Aguirre quien al estar destinado como funcionario en Atotonilco contrajo matrimonio con Teresa  González Armenta, que son mis compadres; y Jesús Pacheco Ramírez, que al tiempo se radicó en el estado de Guanajuato, quedando en trámite la transferencia del Sr. Ramón Nuño Vázquez, (QEPD), que estaba anquilosado como cajero principal.   
Eran todavía los tiempos de control caciquil absoluto del exgobernador don Gilberto Flores Muñoz, con mucho entonces el político, presidenciable, más importante del estado.  Negocios importantes de diversa índole giraban a su alrededor e incluso aspectos particulares de administraciones anteriores de la sucursal habían sido tocados por su influencia. Su tocayo el Sr. Sarmiento llevaba buena amistad con él y estaba no obstante por tomar la gubernatura la oposición política de izquierda por el Dr. Julián Gascón Mercado, de quien guardo una impresión agradable. En los días que tomaba el cargo nos  llegó una orden de pago que al notificarla de inmediato a su oficina, personalmente me preguntó cómo podía ocurrir a cobrarla y al contestarle que a dónde le enviaba el dinero, $30,000 de 1964, con todo comedimiento me agradeció colmadamente el gesto.
El gerente de Santiago Izcuintla Sr. Alejandro Sánchez Hernández de donde era originario y antes había sido funcionario en Tepic, me pidió con la anuencia del Sr. Sarmiento, que le ayudara con unos estudios de crédito, conviniendo en hacerlo en domingo, todavía trabajábamos los sábados, para no distraer mis recargadas labores en Tepic. Entonces me tocó conocer el excesivo caluroso y soterrado clima veraniego del lugar que alienta mucho el delta del río Santiago, comparable en mi experiencia sólo con el de tierra caliente de Apatzingan, Mich. Con Alejandro ya jubilado en funciones del Ayuntamiento coterráneo y yo en los negocios del ramo editorial, hicimos unas operaciones del género.   
Tuve la oportunidad de conocer buena parte de las bellezas del territorio de Nayarit. En San Blas los incomparables canales de La Tovara y la playa de Matanchén que un español con propiedades ahí se empeñaba en promover; el hotel El Bucanero y su restaurante de los clientes Sres. Versellino que eran los principales del puerto; el histórico cerro La Contaduría de donde se arrojó con todo y cabalgadura en tiempos de la guerra de Independencia el Sr. cura José María Mercado, cuando el mar cubría todavía el seno del poblado. A la llegada a San Blas en la visita inicial acompañando al Sr. Loera y al cajero principal, el primero aseguró que no podría comerme en su concha con sólo un chorro de limón y salsa Huichol las tradicionales patas de mula de aspecto nada agradable. Tuvo que pagarle al Sr. Nuño Vázquez al servirme en tres ocasiones el dueño del carrito que las vendía. 
También disfruté las playas Los Cocos, las de Miramar y las inmensas Novillero con casi cien kilómetros sin interrumpir; Santa María del Oro, con su fabuloso lago-crater cuya hondura dicen que no se ha logrado medir, en un inolvidable día de campo que la señora de apellido Partida, corresponsal de la sucursal nos organizó un día feriado.
Además de Tepic, Santiago Izcuintla y San Blas, tenían importancia agrícola y comercial en la parte central del estado, Jalcocotán, Ruiz, Tuxpan y la Isla de Mezcaltitán. Más al noroeste Rosamorada, Buenavista, Tecuala y Acaponeta. Al sur de Tepic bastante cerca está Xalisco y después Compostela, que fue el asiento inicial oficial del arzobispado de Nueva Galicia, que luego se trasladó a Guadalajara. Por la carretera panamericana hacia la capital de Jalisco, se ubican la citada Santa María del Oro, Ahuacatlán e Ixtlán del Río. Al sur de Ahuacatlán está Amatlán de Cañas, en los estatales. 
En la parte nororiente en la región cora están los municipios de Huajicori, Nayar y La Yesca. En el sur también región agrícola importante, el ahora municipio Valle de Banderas emanado del de Compostela, con las pujantes localidades San Juan de Abajo y San José del Valle y, así mismo, la zona turística playera con lugares como Chacala, Rincón de Guayabitos, Cruz de Huanacaxtle, Bucerías  y Nuevo Vallarta, que por la proximidad con Puerto Vallarta, han recibido un impulso impresionante.     
El estado de Nayarit de creación como tal a principios del pasado siglo veinte, mayo 1, 1917, perteneció en su tiempo al séptimo cantón de Jalisco, era en los sesentas el primer productor nacional de tabaco y uno de los principales de frijol, plátano y otras frutas como piña y mango. En lo cultural ha dado nombres sobresalientes en las letras como Amado Nervo y Alí Chumacero y de aquí fueron el Gral. Eulogio Parra que junto con  Ramón Corona derrotaron a Manuel Lozada, el Tigre de Álica en 1873, Luis Castillo Ledón, literato y gobernador, así como Juan Escutia, de los niños héroes de Chapultepec, todos, por la época, excepto Chumacero por muy poco, nacidos jaliscienses. Más contemporáneos Consuelo Sáizar, editora y Presidente actual de Conaculta, Rosy Mendoza, vedette y actriz  cuya exuberancia física fue muy notable, Everardo Peña Navarro, historiador, María Antonieta de las Nieves (La Chilindrina), actriz; futbolistas destacados  Ramón Ramírez, Misael Espinoza, Marcelino Bernal, Miguel Ángel Zepeda, Erubey Cabuto y Sergio Amaury Ponce.    
Entre los negocios tepiquenses significativos de los sesentas me vienen a la mente Plasencia Motors (Ford), Las Fábricas de Francia, Farmacia Levy y Embotelladora Aga, todos de origen jalisciense; el Ingenio de Puga, de la familia Menchaca; Cía. Cigarrera La Moderna, Tabaco en Rama, que creo después fue Tabacos Mexicanos (Tabamex) y otra del ramo, que creo se llamaba Tabacos Azteca. En agencias de automóviles destacaban también Ricardo L. Gárate (G.M.), que así mismo  manejaba otros negocios importantes, el Sr. Manuel Sierra que inició Datsun/Nissan; en gasolinerías el Sr. Jorge Saucedo, miembro de una familia muy conocida en la que su papá y un hermano, de nombre César los dos, eran abogados distinguidos. Hoteles los mencionados Sierra de Álica y Colonial en el centro de la ciudad y La Loma por la salida a Mazatlán. Restaurantes el Beechcomber por el rumbo anterior y en el centro por la mencionada Av. México, Los Molcajetes.
Tepic tiene cerca varios volcanes, como el Ceboruco, el Sangangüey y el San Juan. El segundo que se ubica por la carretera a Mazatlán, lo escalamos varios compañeros un domingo con todo y una extraviada que casi nos impide llegar a trabajar  a tiempo el lunes. A consecuencia de que los empleados del cliente la embotelladora de Coca Cola nos estuvieron presumiendo sus excursiones al mismo con acampada de una noche en su recorrido, decidimos que lo haríamos sin parar. El día escogido nos dejó el autobús de pasaje a las siete de la mañana a la altura del volcán. Los seis o siete improvisados excursionistas iniciamos de inmediato el ascenso arribando en línea a la cima a campo traviesa como a las doce del día. Después de disfrutar un buen rato el paisaje desde la  altura privilegiada que teníamos, platicar, jugar y tomar fotos, dimos cuenta de manera  opípara de la comida y bebida que llevábamos en abundancia.  
El descenso a las cinco de la tarde planeado previamente sería por el espinazo del cerro, con más dificultad que el arribo, pues a ambos lados era un verdadero despeñadero. Todo iba bien hasta que notamos que se había olvidado donde pernoctamos, la cámara fotográfica propiedad de Alfonso Bazzoni Castro, que estaba en plan de entrenamiento en Tepic y habíamos coincidido en Guadalajara. Era una cámara Retinette de último modelo que apreciaba mucho. Regresamos una parte por el aparato y cuando reanudamos la marcha ya empezaba a oscurecer. Decidimos continuar de manera como habíamos ascendido teniendo como referencia las luces de algunas casas abajo en la carretera.
No tardamos en perder el rumbo complicándose más la situación por la desesperación de algunos compañeros; lo accidentado del terreno y falta de visibilidad nos hacía deambular sin sentido. Teníamos desgarrada la ropa y desollados los pies. Una botella de tequila Herradura blanco y unas mini latitas de leche Nestlé que había conservado les animaron bastante el ánimo a los quejosos. Azotamos en la carretera en plena madrugada del ya lunes y de ahí esperamos un buen rato para que un autobús nos trasladara a Tepic. Tras haber dormido un poco nos presentamos afortunadamente todos puntualmente a trabajar.  
Con Fernando Veytia Jr. que había conocido en Atotonilco como mencioné en su momento,  que tomaba una especie de plan de entrenamiento rápido seguramente en atención a su papá don Fernando Veytia de la Vega subdirector del banco, en su estadía en Tepic junto con otro compañero aprovechamos un puente laboral para conocer las playas de Novillero utilizando un coche que él acababa de comprar. El primer día en la playa confiamos en lo nublado y la resolana nos quemó demás, principalmente a mí, pasando una noche muy incómoda en un hotel de Acaponeta. Al día siguiente del regreso se descompuso el vehículo y tuvimos que empujarlo mucho tiempo a pleno sol llegando con trabajos a Tepic al anochecer. Yo estaba fatal. En la farmacia nos recomendaron una pomada que en lugar de usarla correctamente mi esposa como no aguantaba ni que me tocara me la emplastó toda quemándome más, no pudiendo quitármela con nada y sólo ayudaron un poco talqueadas de maicena.        
En los bancos, y podíamos extendernos a cualquier actividad, hay siempre operaciones que requieren una especial y muy cuidadosa atención so pena de resultados complicados de gravedad. El manejo diligente a veces extremo puede evitar quebrantos cuantiosos a las partes implicadas. Así como mencioné en otro espacio lo de la interpretación del balance en Guadalajara, voy a relatar los siguientes casos.
La agencia Plasencia Motors transfería de Tepic los fines de semana a las oficinas regionales de la Cía. Ford en Mazatlán una orden de abono bastante cuantiosa. El Sr. Sarmiento me había encomendado  la atención personal de estas operaciones. Resultó que un día el gerente de la plaza receptora Sr. Enrique García Pérez reclamó sumamente contrariado una operación de un mes atrás. Don Gilberto influenciado por la contundencia del reclamo me pidió cuentas en tono parecido. Felizmente aparte de la documentación contraseñada de estricto reglamento transferida telefónicamente, (no existían aún los sistemas de comunicación de ahora), anotaba la fecha, hora exacta, nombre completo y cargo del funcionario colega que recibía, así como su número de firma autorizado y hasta alguna anécdota o referencia adicional.   
Como el alegato no avanzaba pedí el audífono y el energúmeno Sr. García me espetaba hasta de lo que me iba a morir, por lo que estando al lado su contador pedí me lo pasara teniendo que indicarle que si padecía de amnesia confirmara el número de firma del banco que le estaba dando, no quedándole así otra opción más que reconocer ante su jefe el error. 
Si el procedimiento de la parte reclamante no hubiera sido tan obtuso, les habría salido  mucho más barata la kilométrica llamada.
La mencionada compañía tabaquera Azteca, disponía de Créditos Comerciales de exportación  que le establecían sus clientes importadores del extranjero. Las facturas, guías de embarque y demás comprobantes de cada operación las remitíamos al banco ordenante el mismo día por correo certificado. En una ocasión muy cargada de trabajo, que en mi caso casi no había de otra, al mensajero se le pasó ir a tiempo a la oficina de correos y a mí supervisar el asunto como era encomienda expresa de la gerencia. Por atención del jefe de correos, como todavía no habían salido las valijas de correspondencia hacia el ferrocarril, me documentó la pieza fuera de horario, corrigiéndose así la anomalía que me hubiera provocado un incidente nada grato de trabajo.  
Como esperaba, del traslado a Tepic por supuesto sí salían las cosas, obtuve la subgerencia postergada en sólo diez meses a principios de mayo del 64 en la sucursal Zamora, Mich., muy diferente a Tepic. Varios clientes y amigos me decían que no me fuera. Pero la llamada Perla del Duero representaba un hito importante en mi carrera. Don Claudio Pita Hurtado, gerente y personaje líder regional de la institución, a cuyo  beneplácito correspondería cabalmente, a mi llegada me dio carta abierta en la sucursal.
En Tepic nació el 4 de marzo de 1964 Francisco José, el primero de nuestros cinco hijos que ya iba encargado desde Guadalajara. En Zamora el 8 de julio del 65 Alma Rosa y después en Guadalajara, en mi segundo destino en la Perla Tapatía, Adriana Teresita el 18 de noviembre del 66 y Carlos Felipe el 4 del mismo en 1967 y, finalmente en agosto 31 de 1969 Claudia Patricia en Zacapu, Mich., desempeñando mi primera Gerencia.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario